
Las 5 averías de coche más frecuentes por el frío
Llega el invierno. Y con el invierno llegan la nieve, el hielo y las heladas. Todo ello puede causar grandes daños a tu coche si no tienes el suficiente cuidado.
En este artículo, analizaremos cinco de las averías más comunes del coche causadas por el frío. También te daremos algunos consejos para prevenirlas. ¡Sigue leyendo para saber más!

Los 5 tipos de averías más comunes en invierno
He aquí los cinco tipos más comunes de averías en el coche que debes tener en cuenta cuando hace frío en el exterior:
1) Cristales rotos
Con el invierno llega la nieve, el hielo y la escarcha. Y con ellas llegan las roturas de parabrisas y lunas. Por lo que de ser necesario se debe cambiar el parabrisas lo antes posible.
Si la temperatura es lo suficientemente baja (alrededor de 0 grados Celsius (32 Fahrenheit) o menos), pueden formarse grandes placas de hielo en el cristal de tu coche. Esto puede ser un problema para coger el vehículo, no solo al formarse sobre el cristal, si no que pueden desprenderse del techo del vehículo en circulación, impidiendo la visión si se deslizan a través del parabrisas, o provocar un accidente si por la velocidad salen despedidas del coche e impactan con otro vehículo en movimiento.
2) Limpiaparabrisas roto
Si vives en un lugar donde hace mucho frío, lo primero que puede fallar son los limpiaparabrisas.
Al igual que cualquier otra pieza de goma de tu coche, las escobillas sufren con el frío. Si notas que los limpiaparabrisas crean rayas o tienen problemas para eliminar el agua del parabrisas, significa que están desgastados y necesitan ser sustituidos.
Lo mejor es cambiar el limpiaparabrisas antes de que lleguen las heladas, para que no te sorprenda un juego viejo con el frío.
3) Cerraduras congeladas
No importa si vives en un lugar cálido o no: basta con que las cerraduras de las puertas de tu coche se expongan a temperaturas inferiores a 10 grados Celsius (50 Fahrenheit) para que se congelen.
Si tus cerraduras no se calientan, no podrán abrir la puerta, y te quedarás fuera hasta que alguien la abra desde dentro.
Así que asegúrate de que las cerraduras de tu coche no están expuestas al frío. Si ya lo están, invierte en un spray descongelante. Siempre es bueno tenerlo a mano, junto con un juego de llaves de repuesto, por si acaso.
4) Motor congelado
Si vives en un lugar donde las temperaturas son inferiores a los cero grados centígrados (32 Fahrenheit), la conducción en invierno puede suponer un esfuerzo excesivo para el motor de tu coche. Aunque los motores diésel y los motores de gasolina modernos soportan mejor las bajas temperaturas que los modelos antiguos, las condiciones de frío extremo pueden seguir afectándoles.
Si notas los primeros síntomas, como una disminución de la potencia y el rendimiento, una mala aceleración o incluso que el motor se apaga cuando el coche está al ralentí, detente inmediatamente y pide ayuda. De lo contrario, te arriesgas a quedarte atascado en condiciones meteorológicas adversas.
5) Congelación del combustible
Cuando las temperaturas en invierno se vuelven extremas, es posible que los vehículos diésel sufran la congelación del combustible. El gasóleo está preparado para soportar temperaturas de hasta -14º centígrados. Para evitar este problema, es recomendable añadir productos aditivos que cambien las propiedades de congelación, que suelen estar basados en queroseno, un componente que soporta hasta -40º centígrados sin congelarse.
Las cinco averías más comunes del coche causadas por el frío pueden evitarse fácilmente si tomas algunas precauciones. Asegúrate de mantener los limpiaparabrisas en buen estado, evita dejar las cerraduras expuestas al frío y lleva siempre un juego de llaves de repuesto.
Además, intenta repostar antes que después para no quedarte sin gasolina en medio de la nada. Siguiendo estos consejos, te mantendrás seguro y caliente, incluso cuando el invierno llame a tu puerta.